Los plásticos son inherentes a la forma de vivir de la mayor parte de la población, al tiempo que están provocando un desastroso deterioro medioambiental en el que el binomio basura-agua es a la vez causa
y efecto. La industria que más ha cambiado nuestra forma de vivir se encuentra
en una encrucijada en
la que se decide el futuro de la sostenibilidad de la economía y el medio ambiente del planeta.